jueves, marzo 17, 2005

 

Semana 32

Hola, ¿qué tal?

Una parte fundamental de toda vida religiosa en la Iglesia católica es, como sabes, la vivencia de los tres votos clásicos: pobreza, castidad y obediencia. Para reflexionar sobre esta forma tan estructurada de seguir a Cristo comenzamos este sábado 12 el curso Antropología y Teología de los Votos Religiosos, de nueva cuenta en la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Colombia (CRC), Sección Cali. Aunque el aviso de que iríamos también este sábado nos cayó de improviso, la verdad es que la noticia la recibimos como otro regalo de Dios. Para esta clase el asesor será Fray Luis Patiño Santacoloma, de la Orden de Frailes Menores.

Así, pues, cada mes nos reuniremos con este fraile franciscano para hablar sobre estos temas. Déjame contarte que a sus setenta y siete años este religioso es todo un personaje: está un poco sordo, como es normal para su edad; fue compañero de Leonardo Boff, el teólogo controvertido que fue censurado por el Vaticano y que luego se salió de su comunidad –de hecho, Leonardo le dedica su libro Testigos de Dios en el corazón del mundo (Madrid, 1977) a Fray Luis–; fue también secretario ejecutivo de la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR); y entre otros títulos es Doctor en Psicología por la Universidad de Lovaina; desde hace unos años desempeña su apostolado aquí en Cali que además es, por cierto, su tierra natal. Por lo pronto me cayó muy bien tanto por su inteligencia aguda como por el buen concepto que tiene de México, donde ha estado en ocasiones varias.

El domingo hubo en estos lares una de esas cosas raras, para no variar. Resulta que el Padre Pedro vio desde dentro de la finca cómo se bajaron varios tipos de un coche que durante largo rato había estado estacionado en la zona y, después de echar un vistazo hacia el interior de nuestra casa, cómo se dijeron entre ellos que se iban ya porque todavía no habíamos llegado. Desde ese día dejamos estacionada la buseta en un sitio menos visible y tratamos de llamar desde Cali para avisar cuando estamos a punto de regresar para que Don Germán, el vigilante, esté pendiente.

De quien ya tuvimos que despedirnos fue del Padre Jaime, hermano de mi maestro, que regresó con bien este martes a España para prepararse a celebrar la Semana Santa. Se va con el encargo de darnos acceso al servidor que tiene la comunidad teatina de Palma (España). Este lunes antes de irse le acompañamos a que conociera la casa de nuestros hermanos estudiantes en el Barrio Buenos Aires, al sur de la ciudad, donde compartimos todos juntos la mesa. Al término del almuerzo el Padre Pedro hizo el anuncio formal de que, por fin y gracias a Dios, luego de una larga espera de muchos meses, el Municipio otorgó las licencias de construcción de lo que queremos sea un centro que reúna la mayor cantidad posible de niños durante el día, para educarlos y formarlos, y para tenerlos lejos de las calles y sus obvias tentaciones: en nuestro barrio, el pandillerismo, el robo y el narco. El Centro de Día, como le llaman a falta de mayor creatividad, contará con cuatro pisos y un estacionamiento subterráneo, en un lote aledaño al conjunto que forman la Parroquia, el Colegio y la Casa Parroquial.

Al término de la comida ese lunes, para despedir al Padre Jaime después de una semana en la que estuvo trabajando mucho, le acompañamos a un recorrido por esos pocos sitios turísticos de los que te he escrito antes: el Cristo Rey, el Kilómetro 18 y la Loma San Antonio. Me la pasé chévere. Espero que tú también.

Busca primero el reinado de Dios.
Charly

Comentarios: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?